Hay un tipo llamado Tim Kelly, que vive en Sidney, Australia y el muy chiraspelas recibé año tras año tarjetas de felicitación navideñas por parte de muchísimas celebridades...incluso la reina Isabel de Inglaterra, ah ca...ray.
Entre otras personalidades que le han escrito también está Kylie Minogue, Nelson Mandela, Neil Armstrong, Tony Blair, Ronald Reagan, Nicole Kidman, Elton John, Henry Kissinger, el príncipe William, entre muchos otros.
"La reina y el príncipe Felipe desean agradecerle, Sr. Kelly, sus saludos navideños y esperan que pase una encantadora Navidad", dice el mensaje en la tarjeta que Kelly recibe todos los años del palacio de Buckingham.
¿Cómo y por qué le escriben estos personajes a Tim? pues todo empezó cuando tenía solo 12 años y se le ocurrió mandar una tarjeta de felicitación a Margaret Thatcher y ella le respondió. En ese momento se le prendió el foco y se ha embarcado en una aventura de enviar y recibir felicitaciones que perdura al día de hoy.
Cada año trata de encontrar nuevas figuras a quien escribirle pero con las leyes de protección a la privacidad cada vez más estrictas, es cada vez más dificl encontrar sus direcciones; "Hace unos años, intenté enviarle una tarjeta a Fidel Castro, pero en la embajada de Cuba creyeron que estaba loco, y tampoco recibí nunca respuesta de él", dijo, en referencia al líder cubano.
Siendo de origen católico admite que su tarjeta favorita es la que recibió por parte del fallecido Juan Pablo II ya que junto con ella recibió la bendición papal. Tiene así como esta varias otras de personajes ya fallecidos, y no tiene intención alguna de venderlas a pesar del valor comercial que estas podrían llegar a tener...imagínenlas en una subasta.
Pues así la cosa, yo cada año recibo una de Teti Ruiz Marró y no ando presumiendo, ¿o no pinche Concha? jajaja.
1 comentario:
Ohhhhhh siiiiiiii! Las tarjetas navideñas... ¡Qué nostalgia!
¿Por qué se ha perdido la costumbre de enviar tarjetas de felicitación?
Incluso nosotros, Diego y yo, el año pasado entregamos tarjetas de Navidad, pero como la gente nos vio como loquitos y lo más probable es que hayan terminado en la basura, no lo volvimos a hacer este año.
Antes, lo chido de las tarjetas era que terminaban en el arbolito de Navidad... Es muy triste que haya muerto eso, me acabas de mover un punto sensible... snif, snif.
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